Se trata de la reforma de un edificio existente cuyo uso original era de garaje mecánico y se ha transformado en Centro de formación. La actividad del centro es simultánea a numerosos actos culturales promovidos por las asociaciones que componen el centro.
La planta baja se articula en torno a una pieza de servicios que organiza todos los espacios a su alrededor, que pueden acotarse o dilatarse en función de divisiones móviles. Los espacios muestran una gran flexibilidad, pudiendo acotarse o dilatarse en función de divisiones móviles. La pieza central del bar permite activar las diversas actividades desarrolladas. Un patio posterior garantiza la iluminación de las aulas posteriores a través de una luz amarillenta reflejada por sus muros. La planta primera dispone de una serie de aulas y una zona administrativa, articulada en torno a otro patio interior y una gran terraza. Las divisiones se establecen a través de elementos ligeros formados a partir de marcos de madera de pino y paños de policarbonato traslúcido.
La fachada se ha dotado de un gran zócalo metálico que regula las diversas aperturas que había sufrido la planta baja, mientras que la planta primera conserva su disposición y configuración original.