(fotografías de Marta Aschenbecher)
El pasado día 12 de junio se realizó en Zaragoza Activa el workshop de arquitectura y danza contemporánea, organizado por Dance Channels, y que consistió en la presentación de una parte teórica a cargo del estudio de arquitectura grávalos&di monte y una parte de taller, a cargo de la coreógrafa Lucía Reula.
El hombre siente una emoción y crea un espacio. Luego llega el artista/bailarín a ese espacio y lo reinterpreta, se lo apropia, crea una segunda arquitectura, más sutil y efímera y que se desvanece como un sueño en el lugar, pero no en la memoria. Pero estos hechos configuran un mapa emocional, personal, subjetivo y que nunca más se borra. Recordamos haber visto bailar a Lali Ayguadé en la plaza del Pilar, o a Janet Ruhl atravesando los árboles del parque grande. Y cada vez que pasamos por esos lugares, esos trazos están allí presentes, como señales que en su día crearon un segundo espacio, unas líneas magnéticas, invisibles , casi como si fueran unas coordenadas ocultas que permiten obtener otros códigos de interpretación del espacio. Y en la antigua azucarera, volvió a suceder lo mismo.